font del Diari de Tarragona del dia 20 de juliol del 2007
Policía Nacional, Guardia Civil y Mossos d'Esquadra mantenían a última hora de ayer un vasto dispositivo de búsqueda en Castellón y Tarragona para tratar de capturar al etarra que, sobre las 12.30 horas de ayer, huyó de un taxi en las afueras de la localidad castellonense de Torres Blancas al divisar un control de la Guardia Civil -era rutinario, de tráfico-.
El presunto etarra es Ander Múgica Andonegi, según fuentes de la investigación, que precisaron que las fuerzas de seguridad buscan a un segundo etarra en la zona, que podría ser Aitor Zubillaga Zurutuza, de acuerdo con el reconocimiento fotográfico que realizó el taxista, aunque el Ministerio de Interior no ha confirmado estas identidades.
El taxista reconoció también a este segundo etarra como la persona que se despidió de Múgica cuando éste subió al vehículo en la estación de Renfe de Castellón.
Las prisas de Múgica, que huyó hacia el cercano hotel Miralmar, le hicieron a abandonar en el maletero una bolsa de deportes que contenía una fiambrera con seis detonadores con el anagrama de ETA, dos temporizadores de mercurio para bomba lapa y cable detonante y una bolsa con material explosivo de color blanco, que podría ser pentrita: los elementos necesarios para ensamblar una bomba lapa.
Estos elementos indican que los terroristas podían preparar un asesinato, ya que las bombas lapa siempre buscan víctimas, toda vez que se adosan a los bajos de vehículos y estallan junto al conductor cuando pone el coche en movimiento.
Destino, TarragonaEl terrorista, un hombre de unos 30 años, sin barba y de 1,80 metros de altura, había tomado el taxi esa misma mañana en la estación de Renfe de Castellón y le había dicho al conductor que se dirigiese por la N-340 al casco antiguo de Tarragona capital.
El pasajero, tras divisar el control policial, le urgió al chófer para que parase en el arcén, porque quería vomitar, y huyó.
Fue el propio taxista, alarmado por la escena, quien avisó a la patrulla de la Guardia Civil de la huida del pasajero, que llevaba unas grandes gafas de sol y vestía bermudas, camiseta marrón o roja y una gorra negra.
El hecho de que el sospechoso se dirigiera a Tarragona provocó un incremento de la vigilancia policial en la Part Alta, donde en la tarde de ayer los agentes pedían la documentación a todas aquellas personas que respondían a las características físicas del etarra.
En pocos minutos se puso en marcha un dispositivo de búsqueda del terrorista que comenzó por el propio lugar de la fuga. Los agentes rastrearon la zona a pie y con helicóptero, y, con la ayuda de perros, registraron casa por casa los inmuebles próximos, así como los camiones y coches de la zona.
De forma simultánea, Policía Nacional, Guardia Civil y Mossos d'Esquadra establecieron controles en las provincias de Castellón y Tarragona y reforzaron también la vigilancia en las estaciones de transporte y establecimientos hosteleros.
Al mismo tiempo, los investigadores interrogaban al taxista, los artificieros analizaban los explosivos y la Policía Científica inspeccionaba el vehículo y los enseres del huido en busca de huellas dactilares, rastros genéticos u otras evidencias que arrojasen pistas sobre el etarra, sus planes y sus posibles compañeros de comando.
Policía en guardiaDesde que ETA rompió la tregua, la Policía ha incrementado la vigilancia, sobre todo en las zonas costeras.
Como resultado, las Fuerzas de Seguridad del Estado ya han abortado cuatro intentos de atentado desde el 5 de junio, día que ETA puso fin al alto el fuego.
Con el de ayer, la Policía ya ha interceptado cuatro atentados. Además ha detenido a 14 etarras.-21 de junio. Un control policial en Huelva, en la frontera entre España y Portugal, obliga a un comando de cinco etarras a abandonar un coche con 130 kilos de material explosivo.
Iba destinado a cometer un atentado en Andalucía.-2 de julio.
Gracias a una investigación franco-española, la policía francesa sorprende en Saint Jean Pied de Port, a escasos kilómetros de la frontera española, a tres etarras cuando se disponían a entregar a un comando una furgoneta-bomba cargada con 165 kilos de cloratita.
Iba a explotar en Navarra.-10 de julio. El etarra Aritz Arginzoniz es detenido en la estación de autobuses de Santander.
Esperaba ese mismo día la entrega de un coche-bomba, con unos 50 kilos de amonal, que pretendía hacer estallar en la misma ciudad.
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